viernes, 28 de septiembre de 2012
Gracias!!!
Bueno, parece que todo el mundo está de acuerdo...Álex será detective privado. Dentro de poco leereis como se va desarrollando. Gracias a los que habeis aportado vuestro granito de arena!!!
Una ayudita....
Bueno, llegados a este punto me gustaría saber vuestra opinión. ¿Qué ocupación os parecería que tuviese Álex? ¿Psicoanalista o detective privado?. Dependiendo del resultado la novela se inclinaría hacia un lado o hacia otro completamente diferente. Es tu momento!!!
miércoles, 26 de septiembre de 2012
Un poquito más...
-
Laura ¿Dónde
estás?- preguntó de nuevo
Ella permanecía inmóvil, asía el
cuchillo con fuerza, con tanta que hasta tenía marcada la empuñadura en su mano
temblorosa. Pese a la presión que estaba soportando intentaba hacer memoria
sobre lo que podía haber sucedido aquella noche para estar viviendo ese momento
pero había tantas lagunas en su mente que parecía un mar desolado por una gran
tormenta.
-
Sé que estás aquí Laura. ¿Por qué te escondes? No
tengas miedo, ya lo hablamos ayer.
Ayer, esa palabra resonó con
fuerza en su cabeza. Si pudiese recordar lo que pasó tal vez se sentiría más
tranquila. Era obvio que si ese individuo le quisiera hacer daño ya lo habría
hecho, había transcurrido toda una noche junto a él sin incidencias, o eso
creía. Era imposible que pudiese pensar con claridad bajo esa tensión, dio un
par de golpes a su cabeza para intentar vislumbrar algún recordatorio que le
sirviese y torpemente hizo caer el cuchillo sobre el suelo. Su cara palideció
ante el sonido que había provocado su impericia y comenzó a temblar al escuchar
unos pasos que se dirigían hacia ella.
-
Vaya estás aquí. Es verdad que no recuerdas nada. No
llegaba a creerlo pero es cierto. Ven, hablaremos sobre lo sucedido anoche.
Se incorporó como pudo y cogió la
mano que le había tendido ese hombre extraño que parecía conocer demasiado
sobre ella. Se sentía perdida, sus piernas no le respondían así que resignada
se dejó guiar por él sin poner ningún impedimento. Se encaminaron hacia el
salón, esa habitación no distaba mucho del resto de la casa que poseía alejada
de la ciudad, de diseño vanguardista era su lugar favorito para evadirse del
día a día. De gran amplitud, el color gris de las paredes daba paso a un gran
ventanal revestido de un marco color blanco que iluminaba la estancia y abría
paso a la visión de un parque lleno de abetos y pinos donde se podía respirar
serenidad, El mueble principal era una distribución de estanterías negras y
blancas ubicadas de tal forma que hacían una figura similar a la letra M, con
una gran televisión de plasma en el centro y diferentes figuras de diseño
distribuidas entre ellas. En el techo, de color blanco, colgaban dos lámparas grandes
de forma cilíndrica del mismo color de las paredes, una alfombra color negro
sostenía una mesa baja de cristal trasparente de forma ovalada donde se
encontraba depositada el arma, carecía de cuadros en las paredes porque aún
estaba pendiente de escoger los mejores. Un poco más alejada y suspendida en el
techo una hilera de focos cilíndricos iluminaba una mesa de comedor de cristal cuadrada
con seis sillas de cuero blancas, un chaise longue también de cuero color
blanco presidía la sala, allí fue donde la depositó para que se clamase y poder
hablar con detenimiento.
Ella con voz agitada se propuso a
empezar la conversación cuando él la detuvo ofreciéndole un vaso de agua. La
visión del arma la hacía sentir incomoda, no sabía quien era él ni que se
proponía pero se dejó llevar, pensó que ya estaba todo perdido para ella y no
ofreció resistencia. Tomó el vaso y bebió con mimo como si fuese lo último que
llegaría a tomar.
-
Entonces no recuerdas nada – interrumpió él
-
No, mis noches están borrosas para mí. No consigo saber
qué pasó durante ese tiempo y me despierto sin recuerdos de ninguna clase. ¿Quién eres?
-
Perdona no me he presentado. Me llamo Alex. Me
contrataste ayer.
domingo, 23 de septiembre de 2012
Proseguimos!!!
Caminó con ligereza hacia el cuarto
de baño, era su refugio en estas situaciones. Cerró la puerta cuidadosamente y
miró complaciente a su alrededor. Era un baño amplio, de diseño moderno, los azulejos,
de color sepia, envolvían una bañera redonda de hidromasaje color blanco; el
lavabo estaba suspendido y debajo de el una repisa de mármol sujetaba unas
toallas, color gris claro, admirablemente dobladas; encima del lavabo un enorme
espejo reflejaba su rostro cansado. Abrió el grifo y llenó sus manos de agua
fresca que dejó caer por su rostro como si de gotas de lluvia se tratase. Pasó
unos minutos de pie mirando su cara empapada, pensando como podría deshacerse
de aquel invitado. Debería estar acostumbrada a lidiar con esas situaciones
pero cada día le resultaba más espinoso enfrentarse a un extraño. No había
pasado mucho tiempo cuando un ruido la
sacó de su ensimismamiento.
-
¿Laura? – dijo una voz al otro lado de la puerta
-
¿Sí?
-
Perdona, ¿Te queda mucho? Tengo que entrar
-
Un segundo…
No!! se había despertado antes de
lo que ella esperaba. Ese momento era la peor parte de sus correrías, tendría
que mirarlo a la cara para estar al corriente del tipo de hombre con el que le
había tocado pasar la noche. Había habido toda clase en su haber...tantos que
ni siquiera quería saber a que grupo pertenecía, por suerte sólo duraría unos
minutos en su memoria y lo desecharía como un papel viejo que se tira, sin
pensar, a la papelera. Debía alejarlo de ella lo antes posible para poder
continuar su mañana de sábado metida bajo la almohada sollozando por su mala
cabeza.
Salió como una exhalación evitando
que se cruzasen sus miradas cuando una sensación interrumpió su huida, alucinada observó como la
mano de ese individuo rozaba su pelo. Horrorizada dio un salto hacia delante y
lo miró con cara desafiante, su mirada se tornó al ver su rostro. Era un chico
alto, delgado pero se notaba su afición a ir al gimnasio por sus desarrollados músculos,
de pelo rubio ensortijado, ojos verdes, amplia sonrisa, mentón pronunciado y
facciones bien delimitadas. Era bello por fuera y se quedó boquiabierta al
observarlo con detenimiento. Había coincidido en estos meses con hombres
medianamente atractivos pero nunca le habían llamado tanto la atención como
este extraño que entraba con rapidez en su baño.
Paralizada esperaba que algo la
hiciese volver a su ser y dejar de bendecir lo que su mirada acababa de absorber
con tanta lujuria. Pensó en como habría sido la noche con ese hombre tan
apuesto y se recriminó los lapsus de memoria que tan acertadamente le
proporcionaban estabilidad. No tardó mucho en volver a la realidad cuando en la
mesa del salón vio un arma. Sobresaltada no encontró refugio en su mente para
semejante hallazgo. Caminó unos pasos hacia ella y escuchó la puerta del baño
abrirse. Pavorosa miró hacia su espalda y huyó dando saltitos casi insonoros
hacia la cocina, quizás allí encontraría algo para defenderse.
-
¿Dónde estás? – Dijo él con voz ronca
El silencio se apoderó de la habitación
y las palabras retumbaron en las paredes como si de un eco se tratase. Laura estaba agachada detrás de su nevera de
diseño con un cuchillo aferrado a su mano esperando el momento oportuno para
comenzar su fuga.
martes, 18 de septiembre de 2012
Tres...dos...uno...comenzamos!!!
Se despertó
después de, lo que ella pensó, un corto sueño, toda la habitación daba vueltas
y su cabeza parecía tener dentro un martillo que no cesaba de golpear.
No recordaba nada de la noche
anterior y la resaca que tenía era considerable, el mal aliento que desprendía
su boca hizo que las ganas de lavarse los dientes fueran imperiosas.
Intentó levantarse de la cama
pero algo se lo impidió, una figura dormía placidamente a su lado, se incorporó
un poco para descubrir la cara de ese invitado tan inesperado que había
aparecido de la nada en su lecho.
Miró sin hacer ruido, no quería
despertar a ese hombre que no recordaba haber conocido y se dijo en voz
baja:”Otra vez no, joder”.
No era la primera vez que
encontraba a un extraño en su dormitorio o despertaba en alguna casa ajena
con la sensación de haber tenido una mala experiencia. Los estragos de la noche
habían hecho mella en ella y los excesos que cometía cada día le pasaban la
factura por la mañana.
Todas las
semanas se prometía a sí misma cambiar su forma de actuar pero después, durante
unas horas determinadas de la noche, ya no se acordaba de nada y volvía a caer
en una espiral de desenfreno que la llevaba a vivir momentos que siempre le
acababan perturbando al amanecer.
Su mente borraba todo lo pasado en
esas horas, parecía como si se convirtiese en otra persona, sus problemas no
existían y podía dejarse llevar por un infinito de oportunidades que siendo
ella misma nunca tendría.
Mirándolo desde un punto de vista
bastante egoísta no parecía que estuviese mal pero con la sinceridad que da el
raciocinio no era una vida plena, ni siquiera era una vida. Se alimentaba de
noches en las que no se reconocía, perdía toda la identidad que le hacía ser
alguien y se dejaba mecer en los brazos de la perdición hasta el día siguiente,
hasta que ya nada tenía sentido y su sensación de culpabilidad la hacía
esconderse debajo de las sabanas para poder borrar ese sentimiento de vacío que
siempre le quedaba.
Llevaba unos
meses malviviendo de esa manera, su vida no era de color de rosa pero tampoco
era de color negro. Tenía un buen trabajo, muchos y buenos amigos y una familia
que siempre la apoyaba en todos sus proyectos. ¿Por qué llegaba a ese estado de
transformación tan extremista?.
Sus amigos no llegaban a entender
como podía cambiar tanto y lo achacaban a la bebida y tal vez a la soledad que
se había apoderado de ella desde hacía sólo cuatro meses.
Su pareja había muerto en un
accidente de moto y aunque sólo llevaban seis meses juntos, habían creado algo
tan especial que podía ser envidiado por cualquiera que pudiera saber lo que
significa sentirse plenamente amado. Lo estaba superando bien, la paciencia de
sus amigos era su mejor aliada y poco a poco iba borrando de su alma el dolor
que sentía cada vez que recordaba un gesto, una caricia, un beso o una noche de
dialogo con esa persona que le dio la vida cuando se encontraba tan perdida.
Había noches que se quedaba
durmiendo con las lágrimas deslizandose hacía la fotografía de Miguel que ella
abrazaba a cada momento. Tras pasar unas horas así se levantaba, fuese la hora
que fuese y salía a buscar algo de lo que no estaba segura pero que siempre
acababa encontrando.
Primer día
Buenos días,
Hoy me he dispuesto a escribir una novela, sí, he decidido sacar esa vena artistica y hacer disfrutar al mundo de los lectores con mis palabras. En este blog publicaré día a día lo que voy escribiendo. El objetivo es que seas participe del nacimiento de este proyecto. Se me ocurre que puedes leer las entradas y opinar si te parece bien o si desearías cambiar algo para que siga otra linea diferente. Se aceptarán todo tipo de comentarios sobre el tema, eso si, siempre dentro de la educación y el respeto que merece este proyecto. Te apuntas a esta aventura?
Hoy me he dispuesto a escribir una novela, sí, he decidido sacar esa vena artistica y hacer disfrutar al mundo de los lectores con mis palabras. En este blog publicaré día a día lo que voy escribiendo. El objetivo es que seas participe del nacimiento de este proyecto. Se me ocurre que puedes leer las entradas y opinar si te parece bien o si desearías cambiar algo para que siga otra linea diferente. Se aceptarán todo tipo de comentarios sobre el tema, eso si, siempre dentro de la educación y el respeto que merece este proyecto. Te apuntas a esta aventura?
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