domingo, 23 de septiembre de 2012

Proseguimos!!!


Caminó con ligereza hacia el cuarto de baño, era su refugio en estas situaciones. Cerró la puerta cuidadosamente y miró complaciente a su alrededor. Era un baño amplio, de diseño moderno, los azulejos, de color sepia, envolvían una bañera redonda de hidromasaje color blanco; el lavabo estaba suspendido y debajo de el una repisa de mármol sujetaba unas toallas, color gris claro, admirablemente dobladas; encima del lavabo un enorme espejo reflejaba su rostro cansado. Abrió el grifo y llenó sus manos de agua fresca que dejó caer por su rostro como si de gotas de lluvia se tratase. Pasó unos minutos de pie mirando su cara empapada, pensando como podría deshacerse de aquel invitado. Debería estar acostumbrada a lidiar con esas situaciones pero cada día le resultaba más espinoso enfrentarse a un extraño. No había pasado mucho tiempo cuando  un ruido la sacó de su ensimismamiento.


-          ¿Laura? – dijo una voz al otro lado de la puerta

-          ¿Sí?

-          Perdona, ¿Te queda mucho? Tengo que entrar

-          Un segundo…


No!! se había despertado antes de lo que ella esperaba. Ese momento era la peor parte de sus correrías, tendría que mirarlo a la cara para estar al corriente del tipo de hombre con el que le había tocado pasar la noche. Había habido toda clase en su haber...tantos que ni siquiera quería saber a que grupo pertenecía, por suerte sólo duraría unos minutos en su memoria y lo desecharía como un papel viejo que se tira, sin pensar, a la papelera. Debía alejarlo de ella lo antes posible para poder continuar su mañana de sábado metida bajo la almohada sollozando por su mala cabeza.


Salió como una exhalación evitando que se cruzasen sus miradas cuando una sensación  interrumpió su huida, alucinada observó como la mano de ese individuo rozaba su pelo. Horrorizada dio un salto hacia delante y lo miró con cara desafiante, su mirada se tornó al ver su rostro. Era un chico alto, delgado pero se notaba su afición a ir al gimnasio por sus desarrollados músculos, de pelo rubio ensortijado, ojos verdes, amplia sonrisa, mentón pronunciado y facciones bien delimitadas. Era bello por fuera y se quedó boquiabierta al observarlo con detenimiento. Había coincidido en estos meses con hombres medianamente atractivos pero nunca le habían llamado tanto la atención como este extraño que entraba con rapidez en su baño.


Paralizada esperaba que algo la hiciese volver a su ser y dejar de bendecir lo que su mirada acababa de absorber con tanta lujuria. Pensó en como habría sido la noche con ese hombre tan apuesto y se recriminó los lapsus de memoria que tan acertadamente le proporcionaban estabilidad. No tardó mucho en volver a la realidad cuando en la mesa del salón vio un arma. Sobresaltada no encontró refugio en su mente para semejante hallazgo. Caminó unos pasos hacia ella y escuchó la puerta del baño abrirse. Pavorosa miró hacia su espalda y huyó dando saltitos casi insonoros hacia la cocina, quizás allí encontraría algo para defenderse.


-          ¿Dónde estás? – Dijo él con voz ronca


El silencio se apoderó de la habitación y las palabras retumbaron en las paredes como si de un eco se tratase.  Laura estaba agachada detrás de su nevera de diseño con un cuchillo aferrado a su mano esperando el momento oportuno para comenzar su fuga.